31 de octubre de 2011

Una historia imposible

Alguien me dijo un día, que ver a  Dios era posible. Lo contó tan convencido qué me lo creí.
Llegué a casa pensando cómo era posible ver a Dios. Primero pensé que me había tomado el pelo, después creí que era una broma, pero no se apartaba de mi pensamiento todo lo escuchado de boca de esa persona que yo particularmente considero muy inteligente,no ahí tema que no pueda responder con lógica y, tampoco es muy dado a dar bromas por lo tanto me lo tomé en serio más sabiendo que quién me lo dijo no es muy creyente- eso pensaba yo- y seguí dándole vueltas al acertijo, pues eso era lo que creí al final de mis  razonamíentos.
Razonando lo escuchado llegué a la conclusión del acertijo.
Te pudes equivocar en la vida un montón de veces-esó es vivir-pero tienes que saber rectificar tus errores y conocerte. Esó es ver a Dios según mi amigo pues si no te conoces tú mal puedes conocer al que tienes al lado, comprender lo que te dice o ayudarlo cuándo te necesita.
Lo llamé y le explique en el lío que me había metido con su letanía, se rió tanto que creo que todabía no se le ha ido la sonrisa. Vendito sea.