21 de abril de 2013

Ayudaté y te ayudaré:

No hace mucho alguien me dijo... no dejes de luchar por aquello que quieres si no estas perdida.
Mi amiga tiene razón, sé que si dejara de luchar por aquello que deseo sería una de tantas que pasan por la vida sin hacer nada, ni bueno ni malo, nada, sin lucha, sin penas, sin sacrificios, sin ilusiones, sin recuerdos...
Mi deseo de reconocimiento es nulo... bueno no te pases Cati que si no, no lucharías tanto.
Tal vez no se explicarme -menuda escritora, que no sabe que escribir en una justificación- o tal vez no quieres.
Bién, pues no quiero que los demás me llamen soñadora o ilusa, palabras que justificarían esta especie de mujeres qué en su cabeza  llena de pajaros  se inundan con  palabras que plasman en cuartillas con letras temblorosas y aceleradas, por esa palabra nueva que agregaras al escrito mediocre que tiene en sea cuartilla en la que crees que es buenisima hasta que...
La ha leido, balla que si la ha leido, que desilusión, te dice que le falta gancho que esa palabra que  tú agregaste ilusionada es una pegatina que le pusiste a la novela, que ni siquiera se le puede llamar éso, es algo subliminal que no lo entiende nadie más que tú.
Es tú hijo y encima nace enfermo, por no poner atención a las palabras medidas y controladas para cada frase, tú hijo lo has echo mal por que has repetido una y otra vez esa palabra maldita que no sabes de donde te salio pensando que era lo más de lo más, que esa frase nadie la utlizaría. ¿Como la van a utilizar si no esta en el diccionario? Que mala eres, debes seguir leyendo con la confianza de aprender a expresarte con corrección, a utilizar el dicccionario y saber todas las palabras y todos sus significados.
Pretendes ser una buena escritora, tan buena cómo Matilde pero madre mía esó núnca lo conseguiras por que cómo dice tu hijo as llegado tarde al circo y no veras la sesión completa. Deviste luchar con treinta no con sesenta pero... las prioridades pueden hacer que una vida cambie su rumbo. Creo que siempre debemos enmendar el rumbo equivocado que elegimos por comodidad o por necesidad.
Gracias que hoy los joven es tienen esas oprtunidades más cercanas y pueden utlizar los medios por que los conocen a la perfección, nosotros los mayores lo tenemos crudo aunque yo no me quejo por mí ya que voy destripando este aparato cada día un poquito más hasta que pueda dominarlo y entoces te iras, cuando termine por entenderlo tendre que marcharme por que será mi turno de partida.
Lo haré con gran alegría por lo que la vida me ha regalado. La curiosidad de aprender.