17 de junio de 2014

TENER UN AMIGO

Los amigos lejanos deseas tenerlos pero no los quieres tener y los tienes a pesar de no conocerlos mantienes un vínculo tan estrecho que si no recibes noticias suyas parece que te falta algo. Sí, los tienes ahí, los miras, sientes que los conoces de toda la vida.
No es verdad, los conoces por las noticias que compartimos a trabes de este aparato del demonio (bueno tanto como éso...)que nos pone las noticias al alcance de los dedos y nos hace con un clik creer que todos somos amigos sin darnos cuenta de que nuestra intimidad - no toda claro- está al alcance de cualquiera, esos cualquiera que se hacen tus amigos y parece que sintieres lo que sienten, y quisieres lo que quieren.
La verdad es que me encanta pensar que estos amigos son reales  a pesar de saber que con dar me gusta, hacer un comentarió, saber algo que nos afecta a unos pocos o unos muchos, depende, te acerca a ellos.
Pero... la amistad es otra cosa, es algo que puedes tocar, abrazar, sentir y ver, esa sonrisa de tus amigos no se compara en nada ha algo que compartes a través de un pensamiento en un determinado momento por medió de este aparato llamado ordenador.
Me gusta poner una parte de lo que siento en este chisme extraordinario que alguien inventó y no recuerdo su nombre, no por no haberlo leído un millón de veces sino por que mi memoria selectiva olvida las cosas importantes y esta lo es para mí, pues gracias a él tengo todos esos amigos que me gusta tener y no los tengo teniéndolos. La verdad es bastante complicada por que teniéndolos tengo mucho por lo que lucho todos los días y cuándo lo pienso y siento resulta que no son lo que yo quiero que sean pero sí,  están ahí leyendo mis contradiciones por que siempre o casi siempre lucho por lo que tengo y no tengo pero quiero tener y lucho por ello a pesar de ser ese cuento que me invento y que mis nietas comienzan con una sonrisa irónica pensando... (ésta yaya!!!) pero luego continúan y la sonrisa desaparece dando comienzo su interés desinteresado. Oh, no lo es.
Es lo mismo que siento con mis amigos de la red, es que mis nietas me enseñan un montón, son tan observadoras cómo yo y nos gusta sentir cómo siente aquel que te habla o dice alguna palabra que no quiere decir pero dice y como a mi me gusta jugar con ellas observa asta las comas que a mí se me olvidan poner pero miro si las ponen los demás.
Amigos, me gustáis un montonazó, me lo paso super bien comentando barbaridades barbaras y sentimientos sentidos por qué el ser humano está repletos de ellos.