10 de noviembre de 2013

SENTIMIENTOS

Las personas llevamos nuestros sentimientos hasta los limites que nuestra imaginación nos permite. Nunca dudé de la mía,y lo mismo siento que mis cuentos son reales, cómo mi realidad un cuento.
De vez en cuándo hago razonamientos para separar lo uno de lo otro pero es un poco raro dado mi forma de pensar y ser. Soy consciente de mi realidad en está vida, también de que la vida la tienes que endulzar en cada momento amargo que se acerca a ti para que no te venza y acabe con lo que eres o quieres ser. No cabe duda que es una lucha diaria, es la lucha de la vida, lucha de la cual a todos nos toca nuestra parte; mí parte la convierto en cuentos cuándo me interesa y me oculto ésa realidad que no me gusta. Otras veces la realidad es el mejor de los cuentos escritos por nadie.
Somos tremendamente complicados los seres humanos, tenemos la facilidad de ser felices o desdichados dependiendo solamente de nuestro estado de animo, sí, sabemos lo que queremos pero no hacemos nada por conseguirlo y la mayor parte de las veces es demasiado tarde para que se haga realidad.
Hoy, viendo a mí madre tan arrugadita "con ésa terrible enfermedad que no deseo nombrar" comenzó a contarme cosas de mi abuelo que nunca le había oído decir y pensé... "es cuento o real" en está vida no lo averiguaré pues quien me lo podría contar ya no puede. "Conociendo a mi familia tan dada a contar esos cuentos que a mí me gusta escribir"  por tanto, unir la realidad y la ficción es difícil, tendré que unir una enciclopedia para averiguar la realidad de muchas vidas si quiero conocer la de mi familia.
¿Seremos todas las familias así? Las que yo conozco están llenas de silencios no compartidos, silencios que ocultan relaciones peculiares y asombrosas que ocurrierón en el siglo pasado, cosas que hoy no le damos importancias y eyer erán pecados. Las  redacciones, siempre imaginaciones que convertimos en reales según pasan los años y, esos cuentos repetidos una y otra vez se convierten en historias no compartidad pero contadas.
Así es mi familia "creo yo" pues a día de hoy solo conozco miles de cuentos contados por todos pero ninguna historia real que pueda llevarme a la pluma.
Despues de casi cincuenta años junto a mi esposo quiero mucho a su familia que es la mía y desconozco todo lo demás, igual que él de la mía a quien alguna de mis nietas le tocará investigar "si no lo hago yo" todas esas historias contadas como cuentos, unas veces dulces y otros amargos "cómo la vida misma"
¿Cómo podemos vivir con desconocidos tantos años? ¿Les pasara éso a los demás? Son pregúntas que me hagó una y otra vez últimamente y no tengo respuesta, o sí.
Vivimos en una sociedad de emigrantes donde nadie conoce el pasado del otro, ni las familias, nada con nexos comunes que unan como una sociedad unida e inquebrantable. De ahí el desgarro familiar y la deshunión actual que sólo pude aguantar cuando existe amor del bueno, ése que nos falta en los tiempos que vivimos.