30 de mayo de 2014

HACERSE MAYOR

Cuando te haces mayor parece que todo se te viene encima, no importa lo que hagas o dejes de hacer, la mayor parte de las veces te equivocas.
Éso no es verdad; lees  un libro y desde luego sus protagonistas nunca son personas mayores con una experiencia que no tienen los jóvenes, esas vivencias no compartidas por que las editoriales desean jente atractiva y por supuesto inteligente "no me cabe duda" que presente un trabajo digno.
A mí, que soy una lectora empedernida, que acumula libros igual que mis nietas cromos, que  releo varías veces aquel que me gusta, y mira por donde casi nunca son jóvenes los que escriben las mejores historias que he leído. Claro que ellos fueron jóvenes un día y alguien como yo compro sus libros.
¿Porqué los escritores de mi edad no escriben historias de personas de nuestra edad? me encantaría que alguien me lo dijera, los mayores tenemos cantidad de vivencias que ningún joven puede igualar y, desde luego pienso que interesan al público. Yo a través de este blog intento que los jóvenes entiendan un poco lo que supone hacerse mayor y, desde luego, ellos un día lo serán  en otras circunstancias diferentes a las vividas por nuestra generación, una generación que alguien debe contar sin endulzar los acontecimientos como hacen ciertas películas o series de televisión con las que no estoy de acuerdo.
A muchos de los guionistas actuales les da vergüenza que sus padres o abuelos vivieran de una forma determinada en un momento determinado de sus vidas, esas vidas que solo Cervantes supo retratar en su Quijote.
España, Europa,  Americas y todos los demás países tienen esas miserias que nadie quiere exponer en un libro para las venideras generaciones, los grandes escritores actuales no las cuentan, nadie cuenta nada del siglo veinte si no es referente a la guerra mundial o historias parecidas con un denominador común.
Qué pasa con los años cincuenta, sesenta, setenta etc...
Cuántas historias noveladas de esa época...
De qué tenemos que abergonzarnos...
Las personas de mí época no tenemos que abergonzarnos de nada más que de sacar un país de la ruina más absoluta, de trabajar de sol a sol para darles un futuro a nuestros hijos.
Ésos hijos que se ha verguenzan de unos comienzos humildes y que lograron la grandeza a fuerza del sacrificio de sus mayores. Soy hija del siglo veinte, convulso, violento, trabajador y sacrificado, hoy después de ver a mí madre, sabiendo todo lo pasado hasta llegar aquí me llena de orgullo su lucha, la mía, la nuestra, sí, esa en la que vivíamos apiñados unos y sobre vivimos a pesar de todos los pesares.
El no contar la verdadera historia de los años cincuenta - sesenta no ayuda a ningún pueblo, no ayuda a nuestros hijos lo que nos costaba un trozo de pan tras una guerra fratricida, nosotros los nacidos en los cuarenta.cincuenta levantamos un país lleno de historias venenosas que tuvimos la grandeza de olvidar,  y ahora vienen cuatro niñatos que no quieren ni pueden explicar de donde salió su bienestar y violentan a aquellos que cansados necesitamos lo que nos hemos ganado. La paz

26 de mayo de 2014

ASOMBRO:

Me asombra que alguien, ha alguien le guste lo que escribo. No son cosas importantes, son cosas cotidianas que nos pasan a casi todas las mujeres a lo largo de la vida.
Hoy repasando este blog que lo tengo como un entretenimiento recordatorio, me doy cuenta que son muchas las personas que abren "Casos y cosas" tal vez es por que en algún momento sentís lo mismo que yo en las mismas circunstancias.
Hoy no es un buen día para mí, no señor, tengo el cuerpo y la mente un poco revolucionada por que son muchas cosas que pasan en poco tiempo y la verdad es que cuándo tenemos un día nublado, lluvioso, oscuro, todo lo ves así de ese color.
 Depende de cómo te encuentras te parece la lluvia un regalo del cielo y, salir a pasear, mojarte el pelo o empaparte la ropa es ideal. Hoy no, hoy necesito el Sol brillante de nuestro Mediterráneo, este Sol con un color diferente que no encuentras en otra parte del mundo.
¡Me encanta Barcelona cuándo brilla el Sol! Hoy no, tenemos un día gris y la tristeza me invade sin saber por qué, porqué a mi me gusta la lluvia.
Cuando está lloviendo cojo mi paraguas y salgo de paseo a ver como se limpian sus calles directas al puerto,
pero hoy no, hoy me asombra todo lo que me pasa, cada cosa es una sorpresa igual que cuándo era una jovencita. Ya no soy aquella jovencita llena de curiosidad, no, soy una señora que no le gusta ver pasar el pasar el tiempo sin otro pensamiento que el cotilleo o las calcetas. No quiero decir que no las haga, me gustan todas las labores caseras y manuales pero en estos momentos no lo puedo hacer y abrir este aparato que sigue resintiéndose a ser mi amigo me relaja y encima a vosotros os gusta.
Pues bien, me operaron la mano derecha por una tonta caída como son todas, y en días cómo hoy me pone bien nerviosa os lo aseguro, no sé si a vosotros os ocurre igual pero es un coñazo impresionante no tener ganas de nada y encima el dentista se ensaña con tus dientes como si fueran juguetes. Señor que malo es hacerse mayor, los dientes se estropean, tus huesos no pueden con tu cuerpo, te caes como cuándo eras una niña. Es asombroso, es como ver salir el Sol cada  mañana, cómo ver llover todo el día, cómo la risa de tus hijos, o la de tus nietas. Es asombrosa la alegría y la tristeza separadas por un papel tan fino que no se ve.
En fin me gusta ver pasar los días entre risas y tristezas por que me llena de curiosidad pensar en mañana y lo que nos traerá. El asombro de un nuevo día con sus inquietudes, tus desvelos tus ansiedades de un mundo mejor al que conocemos y en el que creo, por qué creo en los jóvenes y su sensatez. También en la locura de algunos que hacen de nuestro mundo un lugar inseguro para jóvenes talentosos que no tienen más ideas que mejorarlo sin mirar a vándalos inmaduros que solo quieren vivir del cuento.
Ayer hubo elecciones en Europa y no me dejaron el corazón tranquilo, no señor.

15 de mayo de 2014

ENFERMEDAD U OBSESIÓN:

Cuando te haces mayor te obsesiona tu belleza, tu salud, la falta de respeto, la educación y otra muchas cosas que cuando eras joven ni le dabas importancia ni se la querías dar porqué era más cómodo ir a tu bola que hacer caso a tus padres.
Hoy eres mayor e intentas darle a tus hijos esa buena educación que tus padres pretendieron darte a ti, ¿Lo conseguiste? digamos que en la medida que ellos la consiguieron. Cada uno enseña aquello que aprendió. Creo que no salio del todo mal según los veo hoy, pero cuando salían de casa hacían lo que yo cuando era joven y  ellos no me veían.
Los padres a veces vemos aquello que queremos ver, es más cómodo y menos complicado para no tener riñas eternas, enfados descomunales y enfrentamientos verbales que no llevan a ninguna parte.
¿Para qué enfrentarte a ellos? procuré no hacerlo sí, conocía a cada uno de sus amigos consiguiendo que mi casa fuera la casa de todos y también sus royos antes de que me engañaran conocer sus correrías, y no me salió mal el asunto. Se enrroyaban de maravilla cuando querían ir ha algún lado que no les permitía.
Que barbaridad...pretendo hablar de lo que me preocupa hoy y resulta que hablo de lo que hacía ayer; estoy chocheando no cabe duda alguna.
Vuelvo al comienzo:  La verdad es que con la edad nos volvemos impertinentes, pero sobre todo maniosas con un montón de cosas sin importancia que nos duelen cómo si fuera lo peor que ocurriera en nuestro entorno, una palabra, un gesto, incluso un silenció nos parece algo fuera de lugar.
No, ya no eres joven y le das el valor que tiene la educación en todos las ocasiones y lugares donde debas estar, no eres joven pero lo fuiste una vez y sabes todo aquello que hiciste y repitieron tus hijos y seguro lo harán tus nietas. Pretendes que aprendan de tus errores y cada uno de nosotros debe aprender de los suyos, pero claro, para ti no es suficiente y repites una y otra vez aquello que hiciste mal, no que ellos no lo  hagan, es el saber que están repitiendo tu historia por que todos aprendemos aquello que tenemos delante y no te das cuenta hasta que es demsiado tarde para enmendar tus errores y que ellos no enseñen tan mal a los suyos.
Cuando eres mayor te preocupa tanto todo por que el tiempo de enmendar esos errores se termina y no deseas que te quede mucho que arreglar a quien te pida cuentas.
No tienes calma, es lo que te pasa, solamente eso y nada mas. Tus hijos son buena gente, respetuosa, generosa, sabiendo estar en cualquier lugar, incluso contigo "que ya es decir" que te aguantan todas tus fantasías maniosas de perfección incontrolada cómo la tuya. Eres insoportable por querer ser tan perfecta cuándo no lo eres, solo eres una persona que se está haciendo mayor y sueña con la juventud que no volverá, sí ésa que tuviste un día como la tienen ellos. Tú la disfrutaste ya.
Te obsesiona tu salud y ademas no cuidas de ella y piensas que los otros no saben entenderte. ¿Como van a entenderrte si no les explicas que te pasa? tú pretendes tener las fuerzas de los jovenes sin darte cuenta que eso es otra historia, sabes que te pasa pero no compartes tus emfermedades por esa obsesión tuya de aparentar una salud y fuerzas increibles.
sabes que tus fuerzas van mermando como las de todo el mundo que se hace mayor "que obsesión con que eres mayor" eres una sesentona, no una vieja ni nada por el estilo, alguien que le gusta la vida y teme perderla y, eso solo un ser sabe de eso, ni tú ni nadie sólo Él. 
¡Menos mal si no!!!

10 de mayo de 2014

AMOR Y SEXO:

Cuando nos gusta alguien siempre se piensa que es amor (sobre todo cuando eres joven) te atrae el físico y también su forma de mirar, es igual que seamos mujeres u hombres, son los sentidos del cuerpo los que te llevan a pensar que estas enamorada o tal vez ese cerebro que hace acelerar los latidos de tu corazón por el atractivo de la persona.
Cuándo era joven, muy joven, conocí a un chaval espigado, maltrecho, con la cara llena granos que  pretendía a mi hermana y resulta que ella estaba comprometida. Ése muchacho me pareció tan atractivo que mi corazón latía apresuradamente cuando lo veía. Tres años más tarde me casé con él, de eso hace casi cincuenta años y, hace mucho que mi corazón dejo de latir. Tal vez por que sabía que era mío, ésa es la estupidez de todas las jóvenes cuándo nos casamos que creemos que eso es amor, es tú amor.
¿Te preguntas alguna vez si el  siente igual que tú? ni se te ocurre, lo das por echo por que en algún lugar oscuro de cualquier noche te hizo el amor o te robo el amor, tú amor, el suyo quedo intacto por qué los sentimientos de los hombres son diferentes. No, ellos sienten cómo nosotras pero les puede más el sexo que otra cosa. Con los años te das cuenta de la diferencia de entrega como mujer a entregarte de jovencita sin conocer  la diferencia que existe entre el amor y el sexo, es tremenda para ti, para él.
Cuando eres joven no te das cuenta de los errores que cometes por algo llamado amor y es simple sexo, eso tan desconocido que todo joven quiere  saber. Hoy los jóvenes tienen la suerte o la desgracia de conocer todo lo que mal llamamos amor y simplemente es sexo, y lo mismo que cuándo yo era joven a pesar de todos los conocimientos,las charlas en clase, las películas de que pueden ver, a pesar de todo... equivocan ese latido del cerebro y repetido en el corazón pensando que es amor.
Cuando es amor correspondido se te abren las carnes para recibir ese regalo que Dios te dio, cuándo la que amas de verdad eres tú cada cada noche quedas vacía... pero tienes unos hijos que educar y  es muy difícil hacerlo sola por qué afín y al cavo es un buen hombre aunque nunca te aya querido.
Pasan los años y tienes que aceptar lo que buscaste y aceptar ese desamor que a pesar de todo te adaptaste ha algo así. Eso de lo que hablan las novelas románticas y que crees que no existe después de luchar por el durante cincuenta años.
Ya no importa, la vida te enseñó que debes seguir luchando por lo que quieres, aprendiste a dar valor a todo lo que te rodea y no lo necesitas por que estas llena de amor a la vida.
Ahora tengo otras cosas más importantes que preocuparme de ese romántico amor de juventud cuándo hay tanto para dar a quien necesita una palabra, un gesto, una caricia.
De todas formas pienso que deberíamos tener más cuidado de lo que entregamos (seamos mujeres o hombres) por que nunca se recupera y, pierdes una vida por un momento de sexo cuando el amor en letras mayusculas te espera en cualquier momento de tú vida.