26 de mayo de 2014

ASOMBRO:

Me asombra que alguien, ha alguien le guste lo que escribo. No son cosas importantes, son cosas cotidianas que nos pasan a casi todas las mujeres a lo largo de la vida.
Hoy repasando este blog que lo tengo como un entretenimiento recordatorio, me doy cuenta que son muchas las personas que abren "Casos y cosas" tal vez es por que en algún momento sentís lo mismo que yo en las mismas circunstancias.
Hoy no es un buen día para mí, no señor, tengo el cuerpo y la mente un poco revolucionada por que son muchas cosas que pasan en poco tiempo y la verdad es que cuándo tenemos un día nublado, lluvioso, oscuro, todo lo ves así de ese color.
 Depende de cómo te encuentras te parece la lluvia un regalo del cielo y, salir a pasear, mojarte el pelo o empaparte la ropa es ideal. Hoy no, hoy necesito el Sol brillante de nuestro Mediterráneo, este Sol con un color diferente que no encuentras en otra parte del mundo.
¡Me encanta Barcelona cuándo brilla el Sol! Hoy no, tenemos un día gris y la tristeza me invade sin saber por qué, porqué a mi me gusta la lluvia.
Cuando está lloviendo cojo mi paraguas y salgo de paseo a ver como se limpian sus calles directas al puerto,
pero hoy no, hoy me asombra todo lo que me pasa, cada cosa es una sorpresa igual que cuándo era una jovencita. Ya no soy aquella jovencita llena de curiosidad, no, soy una señora que no le gusta ver pasar el pasar el tiempo sin otro pensamiento que el cotilleo o las calcetas. No quiero decir que no las haga, me gustan todas las labores caseras y manuales pero en estos momentos no lo puedo hacer y abrir este aparato que sigue resintiéndose a ser mi amigo me relaja y encima a vosotros os gusta.
Pues bien, me operaron la mano derecha por una tonta caída como son todas, y en días cómo hoy me pone bien nerviosa os lo aseguro, no sé si a vosotros os ocurre igual pero es un coñazo impresionante no tener ganas de nada y encima el dentista se ensaña con tus dientes como si fueran juguetes. Señor que malo es hacerse mayor, los dientes se estropean, tus huesos no pueden con tu cuerpo, te caes como cuándo eras una niña. Es asombroso, es como ver salir el Sol cada  mañana, cómo ver llover todo el día, cómo la risa de tus hijos, o la de tus nietas. Es asombrosa la alegría y la tristeza separadas por un papel tan fino que no se ve.
En fin me gusta ver pasar los días entre risas y tristezas por que me llena de curiosidad pensar en mañana y lo que nos traerá. El asombro de un nuevo día con sus inquietudes, tus desvelos tus ansiedades de un mundo mejor al que conocemos y en el que creo, por qué creo en los jóvenes y su sensatez. También en la locura de algunos que hacen de nuestro mundo un lugar inseguro para jóvenes talentosos que no tienen más ideas que mejorarlo sin mirar a vándalos inmaduros que solo quieren vivir del cuento.
Ayer hubo elecciones en Europa y no me dejaron el corazón tranquilo, no señor.

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