28 de abril de 2013

DÍAS DE LLUVIAS

Me gusta la lluvia para pasear pero dentro de casa me deprime, me deprime la oscuridad que nos entra por los ventanales y la tristeza se apodera de las estancias de casa como una losa que no deja respirar.
Hoy es uno de esos días oscuros y lluviosos y por circunstancias tengo que quedarme en casa, me apetece coger un paraguas y marchar a la ciudad a ver tiendas pero... no, no puede ser, te quedas aquí en su compañia solitaria y poco habladora con algún que otro monosílabo sin saber que quiere decir por que nada le apetece. La tristeza que me inunda se la contagio a mi casa, esta casa alegre y luminosa en los días de sol que llena de alegría mi alma atormentada de soledad.
Cuando  uno está solo estando acompañado quiere decir que es una soledad deseada por que necesitas pensar, necesitas saber, aprender lo que no entiendes por más que quieras saber, no entiendes lo que te esta pasando, debe ser la vejez.
No, no soy vieja y tampoco lo quiero ser, soy una mujer madura con la mente de una jovencita que necesita creer aquello que no comprende por eso la afición a leer, me siento vacía cuándo no entiendo que pasa a mi alrededor y se me escapa que alguien más joven que yo no le interesen las cosas por las que me intereso yo. Es algo incomprensible para mí, me pongo triste y más en un día como el de hoy triste de verdad, sonando la lluvia en los cristales y el cielo oscuro como mis pensamientos.
Es algo raro, no  me apetece ver la televisión por que solo dan malas noticias y peores películas, reálitis escandalosos que sacan todos los trapos sucios de los famosos y de los no famosos con tal de vender escándalos tras escándalos. Es penoso, asta el libro que estoy leyendo es triste o me lo parece hoy. Por más "Inri" no me siento acariciada por esa imaginación que me acompaña con permanencias casi absoluta, hoy no.
Hace un momento vi ha mi madre y solo tengo el pensamiento para ella, me lo quiero quitar pero no puedo, pues al dejarla la sentí tan desamparada que me la hubiera traído a casa pero...
Huy rápido de allí sin dejarme pensar demasiado, llegue mojada hasta los huesos en vez de esperar a que escampara un poquito la lluvia que caía como un torrente como si el cielo se abriera para castigarme por lo que estaba haciendo.