6 de octubre de 2012

QUE ARTA ESTOY

Siempre digo lo mismos: que arta estoy de oír siempre el mismo sermón.
Alguna vez podía ser diferente, pero no. Los hombres que tengo en casa parecen cortados por el mismo patrón cuándo se hacen mayores. Son aburridos, impertinentes, carecen de sentido del humor como si en la vida solo esixtiera el fútbol y la política (pero claro con sus puntos de vista).
Cuándo tú opinas lo contrarió de ellos es por qué no sabes nada de nada, son ridículos, se ponen tan interesantes para intentar razonar lo que no se pueden que me echo a reír y los dejo cada uno con una canción diferente, por que ninguno piensa lo que el otro y montan la marimorena intentando ser el mejor en opinar y el más entendido en el genero del que hablan.
La verdad es que es increíble lo que montan  para hablar de cualquier tema que se les antoje, encima se dan voces incluso cuándo están de acuerdo. No me extraña que los políticos vallan cada uno por un lado !si en mi casa tengo tres y van así¡¿cómo será teniendo que hablar unos cientos de ellos?
Desearía que todo fuera más sencillo dentro y fuera de nuestras casas, me gustaría que todos se  escucharán, como digo dentro y fuera por que si no lo hacemos así mal vamos.
Las mujeres tenemos también un limite de aguante como todo ser humano, a mí particularmente me desagradan las voces altas y los malos modos cuando alguien habla con otro.
¿No sería mejor que todos nos escuchemos con atención? seguro que nos daríamos cuenta de que estamos halando del mismo tema con diferentes palabras y si además le ponemos la guinda  de la mala hostia, apaga y vámonos, todo se lía de un modo que cuando quieres deshenrredar la madeja la lías más.
Espero que las nuevas generaciones que vienen empujando tengan más sentido común que la actual,

Cati